NOTICIAS

Cómo separar un loncheado de jamón, y no morir en el intento

loncheado de jamón

Hoy nos enfrentamos a un problema que todos nos hemos encontrado en alguna que otra ocasión, y es que, ¿cuántas veces has conseguido separar un loncheado de jamón sin que se rompa?

El formato de loncheado, está pensado para que podamos disfrutar de un exquisito Jamón Ibérico sin tener que tener una pieza grande en casa, y sin necesidad de tener que coger el cuchillo jamonero.

Loncheado de jamón Faustino Prieto
En Faustino Prieto tenemos una gran selección de loncheados

Pero sabemos que cuando vas a poner esa loncha en la tostada del desayuno, o a preparar el bocadillo de la merienda… ¡problema! Por mucho que tires del plástico que separa las lonchas, siempre se parten.

El loncheado de jamón, o de cualquier otro producto ibérico, debemos conservarlos en un lugar fresco, y habitualmente los tenemos en el frigorífico, y ese es el punto más importante del por qué no podemos separar las lonchas de forma correcta.

Cuando vayas a consumir el loncheado, es necesario que lo saques de la nevera una media hora antes y así poder atemperar el producto y conseguir separarlo sin problemas.

Pero entendemos que no vas a poner el despertador antes para simplemente sacar el loncheado Faustino Prieto de jamón de la nevera, por eso te vamos a dar un truquito al que puedes recurrir.

Truco para separar el loncheado de jamón sin que se rompa

Simplemente tienes que sacar el paquete de la nevera y sumergirlo durante 30 segundos debajo de agua caliente, así conseguiremos que se atempere rápidamente y al hacerlo sobre el envase, no afectará a su sabor.

loncheado de jamón Faustino Prieto

Tanto si lo haces de la forma rápida, como sacándolo media hora antes, te recomendamos que antes de consumirlo, dejes el paquete abierto unos 10 minutos. Así conseguiremos que el producto adquiera todos sus matices, y no notes ese posible sabor a plástico del envase.

Quizás ya supieses este truco, pero estamos seguros que aún hay muchos que empiezan su día cabreados porque la loncha de jamón no se despega de la de debajo.

Ahora sí, ¡a saborearlo!